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Unionistas de Salamanca, el emprendimiento hecho fútbol
USCF es un club nacido en el año 2013, tras la desaparición de la histórica Unión Deportiva Salamanca, gracias a la capacidad emprendedora de un grupo de aficionados. Tras renunciar a competir la pasada temporada, a día de hoy se han convertido en el equipo con más socios de la provincia de Salamanca y están entre los diez primeros de Castilla y León.
Tras el fatídico 18 de junio, fecha en la que la histórica Unión Deportiva Salamanca desaparecía, pocos podrían creer que un equipo iba a captar tan rápido el sentimiento unionista. Sin embargo, la capacidad emprendedora, el arrojo, la valentía y el amor a unos colores de un grupo de aficionados han conseguido que un nuevo club honre la memoria de la UDS.
En el verano de 2013 la PAU (Plataforma de aficionados unionistas), la plataforma que luchó porque la Unión no desapareciera, sin éxito, anunció la creación de un nuevo club que tendría por objetivo primordial el honrar la memoria de la UDS. Con una estructura totalmente horizontal, traducido en su lema: “un socio, un voto”, este grupo de aficionados han conseguido levantar “una empresa” desde sus cimientos, y colocarla en lo más alto del fútbol provincial. Lo que claramente es un triunfo de la capacidad emprendedora.
Cumpliendo poco a poco sus ciclos, decidieron no competir en la temporada 2013/2014, para hacerla en la actual en la Primera Provincial de Salamanca, la categoría más baja del fútbol nacional. Unionistas, es contrario al modelo de fútbol actual, más centrado en el negocio indiscriminado que en la ilusión que este tipo de entidades generan. Y se centra en un modelo democrático, en el que el socio elige a la directiva a través de sufragio universal.
Primero fue el nombre, después los colores y el escudo, la aprobación de los estatutos, en los que se definen como un conjunto sin ánimo de lucro y donde el socio es tan poderoso como cualquier patrocinador, han llegado a capitalizar gran parte del interés mediático del balompié local.
A día de hoy, Unionistas de Salamanca posee la friolera de 2034 socios, lo que le coloca como el club de fútbol con más abonados de la provincia, por delante del CD Guijuelo, que compite tres divisiones por encima, en la Segunda B y es profesional; y del Salmantino, que juega dos categorías más arriba, en la Tercera División.
Compite de tú a tú en cuanto a número de socios con el Perfumerías Avenida, club de baloncesto femenino más laureado de España y único representante patrio en la Euroliga, la máxima competición continental. El éxito unionista llega allende la fronteras charras, ya que actualmente, en Castilla y León, USCF es el sexto equipo por número de socios, superado sólo por grandes como el Real Valladolid, Numancia o Ponferradina.
Empresarialmente, Unionistas también ha sido un “boom”. Más de treinta empresas han mostrado su apoyo en forma de patrocinios. El plan de marketing es moderno y se apoya mucho en las redes sociales, en el boca a boca y en la plataforma de croundfunding (mecenazgo virtual).
Unionistas también ha estado presente en medios nacionales. Sus directivos han recorrido medios de tan reconocido alcanza como la Cadena Ser u Ondacero. Marca, ABC y AS han publicado reportajes en sus páginas, detallando la idiosincrasia del club charro. Incluso, internacionalmente la entidad blanquinegra ha tenido su protagonismo. Titan Nuewspaper, primer periódico deportivo de China con una tirada de 15 millones, publicó un extenso contenido sobre el club.
En definitiva, Unionistas de Salamanca es un ejemplo de valor a la hora de emprender y digno de tener en cuenta. Suma y sigue el club charro, que en lo deportivo lidera la clasificación de la Primera Provincial de Salamanca.
Ante los deportes de masas, Crowdfunding
Existen dos tipos de deportes. Los de masas, como el fútbol, el baloncesto, tenis, fórmula uno, balonmano y después todos los demás. La diferencia de presupuestos entre unos y otros es abismal. Mientras que clubes como el Real Madrid o Fútbol Club Barcelona tienen unas capacidades económicas, que les permiten fichar jugadores de élite por valor de millones y millones de euros, existen otros deportistas que lo pasan realmente mal para poder considerarse profesionales.
Las razones son claras. Y aunque no sea el objetivo de este artículo, es importante remarcarlas. En primer lugar, la atención mediática que tienen unos y otros también es bien diferente. Mientras que un partido de Primera División se puede ver en cualquier lugar del mundo, resulta muy complicado poder seguir, incluso en nuestro país, un campeonato nacional de atletismo.
Esto evidentemente repercute de forma necesaria en las posibilidades que tienen unos deportistas u otros. Mientras que nombres como Cristiano Ronaldo o Leo Messi son prácticamente marcas registradas, existen otros nombres como el de Carolina Marín, Almudena Cid o Beatriz Cureses son prácticamente anónimos para el común de los mortales, a pesar de ser claros referentes en su disciplina deportiva.
Resulta interesante recuperar el programa de Es la Mañana de León del 14 de septiembre de 2013, donde se entrevistó a Guillermo Fidalgo, uno de los puntales del piragüismo español, que por esas fechas se disponía a participar en el Mundial de dicho deporte. Resultaba lastimoso comprobar el relato de dicha persona, cuando indicaba que él mismo se tenía que costear el viaje a Noruega, lugar donde se disputaba tan importante evento.
El contexto queda claro. Las diferencias cualitativas en cuanto al parné se refiere entre los deportistas de masas y los que no lo son insalvables, lo cual amenaza la supervivencia de muchos deportes. ¿Qué hacer cuándo el 95% de la atención y del dinero se lo llevan unos pocos, mientras que el 5% se lo tienen que repartir demasiada gente?
La solución pasa por la innovación, las redes sociales y el emprendimiento. Los cauces tradicionales no sirven para promocionar estos deportes que no gozan de la atención del gran público, aunque a veces no sea culpa de la gente, sino de los medios que no buscan fórmulas para rentabilizar dichas retrasmisiones. Es necesario por parto buscar un modelo moderno, que se adapte a las nuevas tecnologías.
Twitter y Facebook pueden ser un filón a la hora de acercar estas disciplinas al gran público. Por muy poco dinero, se puede lograr una buena señal para retrasmitir estas competiciones y trasladar la emoción, la capacidad de sacrificio y el esfuerzo que son inherentes a estos deportes.
Las plataformas de crowdfunding son otra solución para costear los viajes de estos deportistas. ¿Qué amante del deporte en general no ayudaría a un compatriota a representar a su país en el escenario de las naciones de cualquier campeonato mundial por poco dinero? Sería además una forma de hacer partícipe a esa gente que a veces sólo se mueven entre la apatía de las masas. Y de esta forma lograr que el triunfo de estos héroes anónimos, de verdad sea el éxito de todo un país.
Un palentino el rey de los trofeos deportivos
Rafael Barrientos, con los trofeos que fabrica él mismo en Palencia.
En el 1975, el presidente y el fundador de Pallart, Rafael Barrientos, era comercial en una óptica y una tienda de regalos y lámparas en Palencia. Diez años más tarde, era el mayor fabricante español de trofeos deportivos.
Las instalaciones están situadas en el límite urbano palentino. Este emprendedor confiesa que lo le que ha llevado al éxito empresarial en un tiempo récord es la combinación de una visión de futuro, una mente analítica, además de una capacidad innata para desarrollar nuevas ideas de negocio que le diferencien de la competencia, que es lo que ahora mismo más se premia en el mercado laboral.
“Cuando yo empecé en esto de los trofeos, todo se trabajaba de un modo casi artesanal. Yo mismo lo hacía así. Sin embargo, al poco tiempo, me di cuenta de que el único modo de progresar estaba en aplicar, a la fabricación de trofeos, planteamientos y técnicas industriales. Hoy seguimos funcionando así”, afirma Rafael.
Con la innovación como su punto fuerte, en 1983, Trofeos Pallantia —así se llamaba en ese momento la compañía— entra en contacto con la empresa catalana Troc-Art. Ambas firmas deciden asociarse, con un nuevo nombre: Pallart.
Barrientos tiene claro que, en los negocios, sólo se consigue triunfar ofreciendo al mercado lo que necesita en cada momento. “Un empresario debe ser como un jugador de ajedrez: tiene que ver una jugada por delante de la competencia”. Así es como desde un local de 100 metros cuadrados, en el que Rafael comienza su distribución a nivel nacional los trofeos que él diseña y elabora, pasa a unas instalaciones de 10.000 metros cuadrados, además de estar presentes en Argentina.
“Quizás mi propio desconocimiento del inglés nos haya impedido convertirnos en número uno a nivel mundial en nuestro campo. Sin embargo, exportamos una buena parte de la producción, en concreto un 33%, y, ahora mismo estamos trabajando mucho la personalización del trofeo principalmente para crecer en el mercado europeo. En Estados Unidos es algo que está muy extendido, pero en Europa, si conseguimos triunfar, seremos prácticamente los únicos”, explica.
Uno de los obstáculos que Pallart tiene para lograr los objetivos que se proponen es el mismo al que se enfrentan muchas empresas españolas: el acceso al crédito. “Para desarrollar tus planes de negocio tienes que tener financiación. Al no haberla, estás obligado a ir muy poco a poco”, reconoce.
Trofeos Pallart, como otras muchas otras empresas, tiene un fuerte competidor en China, donde sino. “Yo quise trabajar allí con la idea de poder poner mi producto en cualquier rincón del mundo con los costes chinos. No lo conseguí”, reconoce.
El sistema de trabajo de Pallart está ligado a los centros penitenciarios. Da trabajo a presos y personas que están en centros especiales de empleo, beneficiándose de unos costes laborales menores. “Fabricamos en las cárceles y luego montamos los trofeos en nuestras instalaciones. El otro aspecto clave para crecer es poder servir, en cualquier punto de Europa, en menos de una semana”, relata.
Con este modo de trabajar, Barrientos asegura que han logrado tener los costes controlados y sobrevivir en el tiempo en el que corre. “Hemos conseguido pasar la crisis manteniendo una plantilla estable que oscila entre las 50 y 60 personas”.
Trofeos Pallart ha facturado en 2014 en torno a los nueve millones de euros. Además, en un año comercializan cerca del millón de copas y en torno a unos cuatro millones de medallas. Todo desde Palencia, algo que Barrientos considera una ventaja. “En general, Castilla-León es una fuente de riqueza humana distinta. Es un personal muy responsable, nada problemático. Soy castellano de pura cepa y no he considerado una desventaja estar aquí”, finaliza con orgullo.