¿Cómo comenzó la idea de emprender?

Dejé mi trabajo y no tenía ninguna idea clara sobre lo que iba hacer, entonces me dediqué a leer, escribir y viajar por diferentes lugares de Francia e Italia, de este modo comienzo a encontrar un tipo de papelería entrañable que veo que no está en la ciudad; empiezo a madurar la idea y descubro que me gustaría tener una.

¿Cuáles fueron los primeros pasos después de la idea?

Los pasos naturales de forma intuitiva y con sentido común, experiencia en emprendimiento no tenía. Lo primero que hice fue buscar un local que fuera céntrico pero que no estuviera en el meollo de la ciudad porque la tienda precisa tranquilidad, también pensé en el nombre del establecimiento, que fuera sonoro, elocuente, que se recordase fácilmente y con relación con lo que venderé, también después busqué asesoría profesional, acudí a la cámara de comercio donde me asesoraron en todas las directrices empresariales que yo desconocía.

¿Cuántas ayudas pidió?

Pedí dos ayudas y las dos me las denegaron. Lo único que pude hacer fue capitalizar el paro, solicite al INEM todo el paro que me quedaba por disfrutar de golpe, aunque ayuda emocional en ayuda de experiencia a través de la cámara de comercio, a través de amigos que se dedican al emprendimiento, familia…

¿Cuántas ayudas recibió?

Como decía anteriormente, la de la capitalización del paro.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que iniciaste hasta ahora?

En enero deciden tener la papelería y la abre el uno de septiembre. Fue muy rápido, ha sido un embarazo, 9 meses, en tiempo y en emociones, ha sido una gestación de un proyecto muy orgánico y muy emocional.

¿Qué consejos le daría a nuevos emprendedores?

Que se lo tomen como una carrera de fondo, emprender hoy en día suena muy bonito pero hay que estar dosificando energía y esfuerzo pues va a ser tu plan de vida, a pesar del poco tiempo, emprender es vivir así.